sábado, 4 de julio de 2015

SUTEBA MULTICOLOR: Postales de lucha docente


-Mama, mi maestra  está en la tele.
-Sí hija, tiene que cortar la Pamericana porque no le pagan por su trabajo.
Las luchas enseñan mucho, no sólo las que se ganan, todas enseñan. Los 17 días de huelga del 2014, las que pudieron ser y no fueron en el  principio de este año. Entre ambas,  la dirigencia provincial decidió firmar una paz sellando con ello una unión evidentemente contraria a los intereses de los trabajadores: Scioli-Baradel sociedad anónima. Las mentiras tienen patas cortas, más aún cuando muchos docentes en algunos distritos ya habían tomado la decisión de recuperar los sindicatos de la mano de los SUTEBAs Multicolor y pueden decidir hoy colectiva y organizadamente  cómo, porqué y contra quién luchar. Fuimos  construyendo saberes de lucha,  lo vivimos en cada aliento, en cada hecho que a diario se sucede en Tigre y en otros territorios, porque el ajuste se expresa también en la precarización de la escuela pública y sus trabajadores.


La Permanencia, la persistencia, la indignación
El viernes 10 de abril un numeroso grupo de docentes tomó la decisión de permanecer en la Jefatura Regional VI de la Provincia hasta obtener una respuesta satisfactoria. Conocíamos esas oficinas, muchísimas veces nos manifestamos allí,  la burocracia siempre  devolvía falsas promesas. En esta oportunidad sumábamos a nuestros reclamos históricos por mejores condiciones de enseñar y aprender, la demanda por la situación de más de 700 compañeros que no habían cobrado sus salarios. La Regional VI se transformó así, poco a poco, en una gran escuela de organización y de lucha: las asambleas permanentes para decidir acciones, la organización de las guardias por la noche, la alimentación de los compañeros, la limpieza, la atención de los reclamos. Nos chocábamos entre nosotros de tantas ganas, las que se alimentaban con canciones, clases públicas  y alegría. Allí estaban, como dice un docente, las circunstancias que templan a esos compañeros  y los transforman en grandes luchadores. Llegaban los vecinos, los colectivos tocaban bocina, algunos como los de la línea 60 –los mismos que hoy impulsan una lucha ejemplar- llevaban nuestro reclamo del Conurbano a la Capital pegados en los vidrios. Cada vez más compañeros se acercaban con yerba, facturas o simplemente  una declaración de apoyo.  La solidaridad de los laburantes nos hinchó el pecho y nos señaló el camino. Sabíamos y sabemos que esta batalla no la podíamos perder.

Entendimos prontamente que la permanencia, ya transformada en un bunker de dignidad docente, tenía la necesidad de expresarse hacia afuera con contundencia para no quedar a merced del desgaste y la difamación del gobierno y la dirigencia Celeste. Ambos esperaban el tropiezo para llevarse puesta la legítima lucha, porque… claro, la patronal tiene mucho que perder en estos casos ¡pero nosotros también! Allí estaban las maestras con sus guardapolvos cortando las vías del tren para hacer oír sus reclamos. Las mismas que rodeadas por la gendarmería cantaban un día después cortando la Panamericana ¡Cuánta enseñanza en la lucha de esas compañeras! Subimos muchos a la ruta: docentes, estudiantes, organizaciones sindicales hermanas, comisiones internas combativas, vecinos. Muchos que con otros aprendimos a ser más y en ese camino de lucha estaremos.



¡Ni un docente sin cobrar! ¡Vamos por un sistema de liquidación de haberes transparente y efectivo!

Los que al parecer no entendieron nunca cuál era nuestro reclamo; tal vez, los únicos que no terminaron de aprender nada de esta gran experiencia, fueron las autoridades de la Provincia. Quizás porque no sepan qué significa el salario para un trabajador, mucho menos qué es la escuela pública, pero quizás también y principalmente, porque nunca entendieron que lo que se estaba poniendo  en juego, no era el sueldo de tal o de cual maestro, sino el inicio de un reclamo cargado de hartazgo frente al desprecio por nuestro derecho más básico como trabajadores. Un reclamo,  a su vez, lleno de solidaridad y compañerismo.


Por esa razón intentaron ingenuamente engañarnos y dividirnos. Tras 7 días de permanencia, con la promesa firmada de que todos los docentes cobrarían, el viernes 17 de abril una asamblea multitudinaria decidió suspender las medidas y mantenerse expectante hasta que pudiéramos comprobar que el compromiso se hiciera efectivo. En la mañana del martes 21, fecha pactada para la liquidación de los salarios adeudados, se relevaron  más de 200 casos de no cobro,  confirmándose así una actitud a la que el Gobierno de la Provincia nos tiene ya acostumbrados: el incumplimiento de sus obligaciones con los trabajadores. La respuesta de los docentes no se hizo esperar, en esa misma tarde se votó en otra masiva asamblea, no sólo continuar, sino endurecer el conflicto y procurar extenderlo a todos los rincones de la Provincia. 

La lucha había dado en parte sus frutos, pero estos representaban sólo un primer paso en el camino iniciado para enfrentar a un sistema perverso de liquidaciones diseñado para encubrir el ajuste y el robo de nuestros sueldos. El incumplimiento del Gobierno en el pago  a todos y cada uno de los compañeros fue interpretado correctamente como una burla a nuestra dignidad. Se inició entonces, una segunda etapa: la de la pelea por una solución definitiva a la angustiante situación que sufren miles de docentes de toda la Provincia. Al reclamo se sumaba ahora el pedido de renuncia de Nora de Lucía, principal responsable del problema, quien con sólo escuchar nuestra consigna: ¡Ningún docente sin cobrar! hubiera podido comprender fácilmente que no iba a desactivar el conflicto, pagándole sólo a una parte de los afectados. Que La docencia no iba a dejar tiradas a más de doscientas familias, sólo en Tigre, y a miles en toda la Provincia, sin poder vivir dignamente.  
Así fue que retomamos, con la energía renovada y con las demás seccionales Multicolor a nuestro lado,  una nueva serie de medidas (paros distritales masivos, volanteadas, radios abiertas, movilizaciones a La Plata, un nuevo corte de la Panamericana -esta vez en hora pico- un corte en la 9 de julio con clase pública) que lograron colar el tema en los medios nacionales de comunicación, más preocupados por la campaña de los candidatos del ajuste que por los verdaderos problemas de los trabajadores. A las acciones se sumaron un sinfín de manifestaciones de protesta contra la arbitrariedad y el abuso de los funcionarios así como  también innumerables  apoyos y adhesiones a  nuestra lucha por parte del pueblo trabajador.    



¡Fuera De Lucia!  ¡Por un Suteba  democrático y de lucha!.
Tal vez, el “error” del gobierno tenga su origen en que estén acostumbrados a la dinámica que adoptan los conflictos cuando los dirige la burocracia Celeste, dispuesta a negociar lo necesario para frenar cualquier reclamo que roce políticamente al gobierno nacional. Probablemente no tomaron en cuenta que en Tigre, así como en otros nueve distritos, conduce la Multicolor. O, por el contrario, tal vez por eso mismo, no quisieron entregarnos un triunfo rotundo, como el que hubiera significado cumplir con el compromiso asumido; es decir, pagarle los salarios adeudados a TODOS y tener que reconocer así, que aun ante el cerrojo mediático, la intimidación de las Fuerzas de Seguridad y la descalificación a nuestra lucha por parte de la conducción Celeste, los docentes eran capaces, en unidad con otros trabajadores, de torcerle el brazo al poder político.
Fue así que en un gran plenario provincial convocado por la Multicolor, cientos de docentes comenzaron a delinear un plan de lucha dirigido a enfrentar el ajuste en todas sus variantes y denunciando las pésimas condiciones de infraestructura, del IOMA y, por supuesto, por los cobros adeudados o mal liquidados. Se hicieron paros, movilizaciones, escraches, radios abiertas, volanteadas, nuevos cortes de ruta. La respuesta del gobierno fue, una vez más, atacar a los que luchamos contra el vaciamiento de la educación pública.
Dos meses después de comenzado el conflicto en Tigre por los salarios adeudados, el gobierno decidió pasar a descuento los días de paro y de retención de servicios. La decisión, no sólo es violatoria de las normas más elementales que tenemos para defendernos de los abusos patronales, sino que se agrava por el hecho de atacar acciones dirigidas a poder cobrar correctamente nuestros salarios. Toda una muestra de lo que está dispuesto a hacer el candidato presidencial para que le cierren los números, aún en medio de una campaña millonaria.
Este nuevo atropello, por parte del gobierno hacia el conjunto de la docencia provincial, lejos de encontrar miedo y parálisis como respuesta, fue repudiado en una gran asamblea de Tigre, en la que se decidió movilizar el día jueves a Jefatura Regional VI y enviar una delegación para negociar en La Plata. Ante la total desidia de los funcionarios, la respuesta no se hizo esperar.


Y otra vez la permanencia…
El jueves 11 de junio con un grupo importante de compañeros del Suteba Tigre decidimos permanecer en las instalaciones de la Dirección de Escuelas en La Plata hasta recibir una respuesta satisfactoria a nuestras demandas. Ya teníamos la experiencia reciente de la permanencia en jefatura regional y apostábamos ahora a hacernos oir de una buena vez en el corazón mismo de la burocracia gubernamental.

En un primer momento, viéndose obligado a recibirnos, ante la sorpresa y contundencia de la medida, el gobierno negó de plano nuestra denuncia. Ante la insistencia de no retirarnos se dispusieron a relevar la situación y ¡oh sorpresa! los paros descontados y las retenciones indebidas eran una realidad. Rápido de reflejos, el gobierno salió a pedir tiempo para negociar. Desde Suteba Tigre dejamos en claro que no nos  iríamos del lugar sin una respuesta.
En el transcurso del día fueron llegando las adhesiones y la presencia solidaria de agrupaciones docentes combativas, juntas internas, organizaciones políticas y sociales, entre otros.  Ante estos grandes-pequeños triunfos, el gobierno comenzó a dar señales de que no tiene más intención que la de esperar a que la Permanencia se debilite, metiendo la respuesta en el freezer y apostando al desgaste del conflicto instalado.
Durante 5 dìas, permanecimos firmes enfrentando el frio, el cansancio y la intimidación de la presencia constante de las  fuerzas de seguridad. La solidaridad de algunos se fue convirtiendo poco a poco en acción conjunta y fraternal de varias fuerzas combativas, convencidas de que las respuestas que debemos oponer ante estas ofensivas es la lucha decidida a partir de acciones directas y unitarias allí donde se presenten. El día lunes por la mañana, el plenario provincial de delegados Multicolor votó por unanimidad permanecer en la Dirección, ratificando así la decisión de enfrentar coordinadamente el sistema de liquidaciones. Después de casi 4 días sin respuestas, obtuvimos finalmente una reunión con los funcionarios de la Provincia que se comprometieron a devolver los descuentos, revisar la situación de malas liquidaciones y frenar la carga de los descuentos que llegaría también a otras seccionales en siguiente mes.

Hemos logrado demostrar la fuerza, la  unidad y la decisión para realizar  acciones contundentes. Gracias a ello se conseguido que tanto el gobierno como la burocracia Celeste hayan tenido que reconocer el gravísimo problema del no cobro, llegando a contar a más 60.000 docentes en toda la provincia con esta situación. Este debe ser un primer paso para poner en  discusión  los problemas profundos de la educación. 

Ha quedado en evidencia, una vez más, que nuestro primer obstáculo en este camino es la propia dirigencia del Suteba central, la lista Celeste de Baradel. Por eso, desde Desde Docentes en Lucha, además de compartir este hecho histórico iniciado por los trabajadores de la educación del distrito de Tigre, sentimos el gran compromiso que asumimos con las otras fuerzas al ganar la seccional, de recuperar el  Sindicato para ponerlo al servicio de los trabajadores y sus luchas. De seguir, seguramente no sin tropiezos, dificultades o diferencias, el camino por una educación pública popular y emancipadora. Agradecemos a todos con quienes aprendimos mucho en estos días sabias lecciones compartidas. El docente luchando está enseñando porque luchando también se aprende.

Es que algo viene cambiando en el sector docente desde que la Multicolor recuperó 9 seccionales, algo habrá cambiado después de esta verdadera demostración de dignidad. Seguramente más de un funcionario -esos que ganando 50 o 60 mil pesos al mes, se llenan la boca hablando de nuestras condiciones de trabajo y de nuestro salario- habrá tomado nota de lo firmes que estamos los docentes.

¡Seguimos en pie de la lucha compañerxs!


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